La tierra donde los sueños se hacen realidad
La tierra donde los sueños se hacen realidad es nuestra mente, podemos atravesar el sol y más allá de él tener nuestra morada, podemos escalar las más altas cumbres permaneciendo sobre la nieve de los picos, podemos caminar sobre el agua de un lago solidificado ante nuestros pasos, podemos sumergirnos sin escafandras a las profundidades del mar donde disfrutaremos de la belleza de los corales, podemos escuchar una hermosa melodía que nos transporte al éxtasis. Podemos vivir nuestra vida sólo para Cristo e ignorar la muerte la que no nos importará. Podemos ser felices aquí y ahora. Rezando podemos sepultar nuestras culpas. Podemos vivir una vida dichosa aún a pesar de carencias materiales. El Señor es mi pastor nada me puede faltar, menos aún en mi mente.
Esta es la tierra de los milagros, la mente humana elevada por pensamientos positivos. Lo demás no debería existir.
Podemos soñar estar rodeados de estrellas y de un Dios que nos ama sobremanera que es lo más importante.
Puedo ir a la Alta Montaña y ahí estás Tú, puedo viajar donde se une el confín del océano con el cielo, el horizonte y ahí estás Tu también. Viajo al otro extremo de la Tierra y ahí estás Tú también. Es imposible escapar de uno mismo así como es imposible estar lejos de Dios.
En realidad no es la mente la tierra donde los sueños se materializan es en el alma, más precisamente en el espíritu.
El Espíritu Santo incluye el Espíritu de gozo que hace que continuamente y cualquiera sea nuestra circunstancia, más aún la soledad nos sintamos felices.
Les dejo una oración para invocar al Espíritu Santo:
Espíritu de Dios llena mi vida, llena mi alma, llena mi ser lléname lléname con tu Presencia lléname lléname con Tu Poder lléname con tu Bondad.
Ahora sabemos que estemos donde estemos estaremos felices.